lunes, 31 de diciembre de 2012

¿Qué es padecer de acuerdo a la voluntad de Dios?


"Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal." 1 Pedro 3:17

El verso 17 no es la acción principal del pasaje, sino el fundamento. Esto queda evidenciado en la conjunción “porque”. Por esto, conviene que vengamos desde atrás. La idea es una inferencia que comienza en el verso 14: 

“Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis“.

Pedro dice en el verso 14 que si sufrimos por causa de la justicia, somos bienaventurados. Esto es un claro eco de lo que dijo Jesús en la última bienaventuranza. Sufrir por causa de la justicia en el sermón del monte implica ser perseguido por mostrar el carácter de las demás bienaventuranzas. Todo aquel que sufre por mostrar dicho carácter, es dichoso, feliz, bendecido y bienaventurado.



Esta declaración abre entonces el camino para la inferencia práctica:

1- Negativamente, dado que el que sufre por la justicia es bienaventurado, entonces Pablo dice que no nos amedrentemos o atemoricemos por causa de los perseguidores.

2- Positivamente, dado que el que sufre por causa de la justicia es bienaventurado, entonces Pablo dice que la actitud ha de ser santificar al Señor, estando preparados para presentar defensa ante todo aquel que demande razón de la esperanza que hay en nosotros. Sin embargo, la defensa debe ser presentada con mansedumbre y con buena conciencia.

El propósito de esta actitud la tenemos en el verso 16, el cual queda evidenciado por la conjunción griega “ἵνα”, la cual se traduce como “para que”. El propósito entonces es este:

“...para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo“.

La razón o fundamento es entonces el pasaje en cuestión:

“Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal”.

Del hilo de pensamiento se puede deducir entonces, que no sólo el presentar defensa con mansedumbre es la voluntad de Dios, sino que también padezcamos por la justicia, pues de esa manera Dios es Santificado: “santificad a Dios es vuestros corazones” (v. 15) y nuestro gozo maximizado: “bienaventurados sois” (14).

El sufrimiento por causa de Cristo no es sólo el resultado de dar testimonio y razón de nuestra esperanza, es, según Pedro, el medio a través del cual damos un testimonio poderoso, en el cual Dios es glorificado y nuestro gozo completado.


Fuente: Blogde8.org


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