sábado, 5 de mayo de 2012

La perfección del súbdito


La perfección del súbditoUn análisis de Mateo 5:38-48 - por César Darío Sánchez

Mateo 5:38-48

38Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39Pero yo os digo: No resistáis al malvado; sino, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40y al que quiera contigo entablar pleito y llevarse tu túnica, déjale también la capa; 41y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no lo desatiendas.
43Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45para que así seáis hijos de vuestro Padre, el  que está en los cielos, pues hace salir su sol sobre malvados y buenos, y  hace llover sobre justos e injustos. 46Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen lo mismo los gentiles? 48Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.”

No resistir al malo…amar a los enemigos….procurar hacerle bien… ¿Qué clase de mensaje es este? ¿Cuál es la enseñanza que Jesús trata de transmitir?
¿Puedo lograr la perfección de Dios? ¿En que consiste tal perfección?


Conozcamos el contexto

El Evangelio según San Mateo

Si deseamos llegar a una interpretación y aplicación correcta de este pasaje, tendremos que determinar el contexto en el cual fue escrito. Por lo tanto, es imprescindible tener en cuenta que el Evangelio según Mateo es el evangelio escrito para los judíos aproximadamente entre los años 50–75 d.C. Lo escribió un judío para convencer a los judíos*2.  Por ello, su enfoque está en el cumplimiento del Antiguo Testamento. “Cumplimiento” es un tema central del Evangelio*1. Mateo repite constantemente “Todo esto aconteció para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta” (1:22; 2:15, 17, 23; 4:14; 8:17; 12:17; 13:35; 21:4; 27:9)
Por dicha razón, también, hace referencia frecuente a los asuntos de debate rabínico y supone que sus lectores conocen los ritos judíos, por lo que no los explica. Su terminología judía “reino de los cielos” e “hijo de David” es de destacar,  además solamente en este Evangelio la misión de Jesús y sus discípulos se limita a “las ovejas perdidas de Israel”.
Se divide en cinco grandes discursos, todas estas secciones se refieren al Reino de Dios.
1-El Sermón del Monte o La Ley del Reino (5–7)
2-Las obligaciones de los mensajeros del Reino (10)
3-Las parábolas del Reino (13)
4-La grandeza y el perdón del Reino (18)
5-La venida del Rey (24–25) *2

 La enseñanza fundamental de Mateo es: Jesús es el Mesías, el Rey.

Jesús y la ley

Nuestro pasaje se halla en la sección a la que podríamos llamar  acertadamente “Jesús y la ley”. Desde el versículo 17 hasta el versículo 48  trata un solo tema: el “cumplimiento” de la ley por Jesús, lo que se expresa por medio de algunas declaraciones generales:

17No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. 20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.”

En estos versículos Jesús coloca la ley lado a lado con los Profetas hallando el cumplimiento en él, y el v. 20 indica que el legalismo meticuloso de los fariseos y los escribas es inadecuado en el contexto nuevo del reino de los cielos. Hace falta una interpretación superior, y eso es lo que aclaran los vs. 21–47, mostrando cómo la demanda de Jesús sobrepasa las enseñanzas éticas contemporáneas basadas en la ley del Antiguo Testamento.
Seguidamente agrega una serie de seis ejemplos contrastando las enseñanzas de Jesús con lo que se aceptaba como la ley del Antiguo Testamento:

21Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. 22Pero yo os digo que…”

27Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28Pero yo os digo que…”

31También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio. 32Pero yo os digo que…”

33Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. 34Pero yo os digo…

38Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. 39Pero yo os digo…”

Terminando con un resumen final *1:

48Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.”

La justicia que enseña Jesús es tan profunda, que quita de una vez todas las esperanzas de ganar la salvación mediante obras de la ley *18. Enseña cuál es el carácter de sus súbditos,  que la justicia que Dios exige es mayor que la simple obediencia externa. Tiene más bien que ver con carácter y motivaciones correctas. Este evangelio es una especie de colección de relatos y dichos de Jesús, pero el primero y más importante es el “Sermón del Monte”, en el se establecen los principios fundamentales del reino de Dios *18
Los principios éticos que presenta son el resultado de la posesión del reino y del cambio que obra el Espíritu Santo. Este “sermón” como lo llaman algunos escritores es “La Carta Magna del Reino”, su “Constitución Nacional”.


Hay seis temas principales en ella:
1-    Las características de los súbditos del reino mesiánico (5:3-16)
2-   Las leyes morales del reino (5:17-48)
3-  Las observancias religiosas (6:1-18)
4-  El desprendimiento de los bienes y la consagración a Dios (6:19-34)
5-  Las relaciones con el prójimo (7:1-12)
6- Instrucciones referentes a la entrada del reino (7:13-29)*18

El Ministerio en Galilea

En Mateo 4:12, Jesús salió de Judea. Como los sinópticos no mencionan su ministerio en el sur nuestro contexto comenzaría precisamente aquí.
Después de ser rechazado en Nazaret, se estableció en Capernaúm, ciudad situada en la ribera occidental del mar de Galilea. Era uno de los centros de actividad comercial de la región, por lo que se prestaba a servir de base para las actividades de Cristo en las otras ciudades de la cuenca del lago y para sus viajes a todos los rincones de la provincia*18. Galilea era el distrito más septentrional de Palestina. Y, aunque era pequeña en tamaño, tenía gran densidad de población. Se la consideraba la región más fértil de la zona. Josefo nos dice que había doscientos cuatro pueblos en ella, ninguna con menos de quince mil habitantes. Jesús empezó su ministerio donde más gente había para oírle.  Además, era una ciudad abierta a nuevas ideas, por ser una tierra que literalmente estaba rodeada por gentiles*2  e influenciada debido a que el tráfico del mundo pasaba por Galilea ya que por ella cruzaban las grandes rutas del mundo. En cambio, debida a su ubicación, Judea quedaba aislada y encerrada.
 Allí vemos que después de ser tentado por Satanás, y de salir victorioso, el Señor recorre aquellas tierras predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad y siendo seguido por una multitud de distintos lugares como Galilea, Decápolis, Jerusalén,  Judea y del otro lado del Jordán. Su ministerio en este punto es todo un éxito y goza de gran popularidad. Jesús atraía la atención en “toda Palestina”, que formaba parte de la provincia romana de Siria.

¿Quiénes fueron los primeros en oír su mensaje?

Mateo 5:1
1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.”

Claramente, los oyentes son sus discípulos, en contraste con la multitud. Estos últimos reaparecen como una audiencia más amplia en el capítulo 7:28, donde termina el Sermón del Monte, pero es notable que no son el principal enfoque de su enseñanza.

Ya dijimos que el  Antiguo Testamento es la base de Mateo para describir la misión de Jesús; Por ello, la porción que estamos estudiando reza:

38Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.”

Esta cita procede de:

Éxodo 21:23-25
23Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.”

Deuteronomio 19:21
21Y no le compadecerás; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.”

 Levítico 24:19, 20.
19Y el que causare lesión en su prójimo, según hizo, así le sea hecho: 20rotura por rotura, ojo por ojo, diente por diente; según la lesión que haya hecho a otro, tal se hará a él.”

Esta ley era conocida como la ley del talión, muy difundida en el antiguo Cercano Oriente. Es la ley más antigua del mundo*2. Aparece en el Código de Hammurabi, que reinó en Babilonia de 2.285 a 2.242 aC, esta ley llegó a formar parte de la ética del Antiguo Testamento y  era una restricción al impulso de una venganza desmesurada. Limitaba dicha venganza demandando una compensación exacta por un perjuicio. *3
En Israel y otras culturas este principio estaba implementado por una corte, y se refiere a la venganza legalizada.
 Bajo la ley de Moisés no todo el mundo, sino solamente los jueces y magistrados, habían de ejecutar con seriedad esta ley para practicar la justicia, para defender los derechos de los inocentes, y para castigar a los que pisoteaban la ley de Dios. Es verdad que el pueblo mismo había de apedrear a ciertos culpables (Núm. 15:35; Dt. 21:21), pero en ese caso el pueblo ejecutaba la justicia bajo la autoridad y di­rección de los jueces. No practicaba la venganza personal, ya que estaba prohibida, y nunca fue legalizada por la ley de Moisés, excepto como una concesión frente a la muerte de un familiar.*4

Números 35:18-21
18Y si con instrumento de palo en la mano, que pueda dar muerte, lo hiriere y muriere, homicida es; el homicida morirá. 19El vengador de la sangre, él dará muerte al homicida; cuando lo encontrare, él lo matará. 20Y si por odio lo empujó, o echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere; 21o por enemistad lo hirió con su mano, y murió, el heridor morirá; es homicida; el vengador de la sangre matará al homicida cuando lo encontrare.”


Tres ejemplos del espíritu de los súbditos del reino

39Pero yo os digo: No resistáis al malvado; sino, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra…”

Con estas palabras Jesús está yendo más allá de la Ley, como dijimos al principio. Su enseñanza rebela que una justicia mayor a esta es terminar completamente con la venganza.
Una bofetada en la mejilla derecha se consideraba un insulto especialmente grave.*6
El más agraviante que existía en el mundo antiguo. Este insulto serio, también solía ser castigado con una pesada multa y en muchas culturas figuraba junto a las leyes del “ojo por ojo” *4 Lo cuál hace significativo el hecho de que Jesús las coloque juntas en su mensaje.
Las leyes judías como romanas permitían promover una causa judicial por esta ofensa, sin embargo, por medio de una serie de ejemplos vívidos, Jesús, en su lugar, demanda una actitud generosa que no sólo rehúsa al desquite, sino que no resiste, aunque legalmente estuviese permitido. Dicha actitud es la que subordina los derechos personales de uno en beneficio de los de otras personas. “…a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra…”  Antes, la Ley tenía bajo control la venganza, pero los súbditos del reino han dejado sin vigencia al desquite por completo.

40y al que quiera contigo entablar pleito y llevarse tu túnica, déjale también la capa…”

Para entender más cabalmente el mensaje revolucionario que está diciendo Jesús, tenemos que entender mejor la cultura oriental. Debemos tener en cuenta que las personas más pobres del imperio tenían solamente una prenda interior y una exterior, y el robo de una prenda conduciría a un reclamo legal*4.  Podía también ser exigida como prenda*3.
La túnica era la prenda interior y de menos valor. Era una camisa pegada al cuerpo que se hacía de piel, tela de pelo, lana, hilo, y en tiempos modernos, usualmente de algodón. La forma más sencilla era sin mangas, llegaba hasta la rodilla y algunas veces hasta el tobillo.  La gente “bien” lo usaba con mangas y hasta el tobillo. Las personas de más clase usaban la túnica solamente en el interior de su casa pero no la usaban sin llevar una vestidura encima cuando estaban fuera, o cuando recibían a alguna persona. El término “desnudo” en la Biblia se refiere al hombre que sólo llevaba la túnica. De la persona que iba vestido solo de esa túnica, se decía que “iba desnuda”. Un hombre era considerado pobre si tenía un solo vestido*7.  Jesús aconseja “déjale también la capa…” a pesar de la realidad que,  bajo la ley judía, un reclamo legal para recuperar su túnica sería un caso ganado para cualquiera. Un acreedor no podía tomar la túnica de una persona pobre, la cuál podría servirle a esa persona como la única manta con la cual podría taparse en la noche.


Éxodo 22:26,27
26Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás. 27Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso.”

La capa era una túnica más suelta y más larga, que algunas veces se usaba, pero no por la gente común. La Escri­tura indica su uso por los reyes
(1 Sam. 24:4), por los profetas (1 Sam. 28:14), por los nobles (Job 1:20), y algunas veces por los jóvenes (1 Sam. 2:19). Algunos eruditos bíblicos piensan que era un tercer vestido, es decir, aparte de la túnica acostumbrada y la capa exterior. Pero otros han pensado de esto como de un manto especial que se usaba sobre la túnica, y ésta puede haber tomado el lugar de la capa.*7
Un juzgado judío no consentiría que un vestido exterior le fuese quitado a manera de juicio por causa de la ley de Moisés a que se ha hecho referencia. Sin embargo, puede dictarse una sentencia sobre una ropa interior, en tales casos Jesús recomendaba ir “la segunda milla” dando también el vestido exterior.
Los súbditos del reino no exigen sus derechos como una forma de desquite o venganza sino que devuelven bien por mal. Jesús enseña que para evitar peleas, juicios y enojos que le puedan llenar al cristiano de resentimientos y odio, fuera mejor entre­garle al enemigo la capa también, aunque judicialmente tenga la posibilidad de ganar.

41y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.”

Jesús está haciendo alusión a una práctica romana y de las naciones orientales que cuando enviaban despachos, obligaban a la gente no solo a proveer caballos y vehículos sino a prestar  los servicios personales, a menudo con grandes dificultades cuando fuesen requeridos.*8 De hecho, la palabra que usa para decir “te obligue” es la palabra aggareusei, que es una palabra de origen persa y significa correos públicos o mensajeros montados (aggaroi), que eran estacionados por el rey de Persia en localidades fijas, con caballos dispuestos para su uso, para enviar mensajes reales de un lugar a otro. Así, si alguien pasaba cerca de una estación de posta, un oficial podía salir y obligarle a ir a otra estación para llevar un recado del rey. Esto recibía el nombre de requisición de servicio. Un claro ejemplo es Simón de Cirene, quien fue obligado a cargar la cruz de Cristo (Mt 17:32, ëggareusan)
Una milla es aproximadamente 1,5 km.*6
Los soldados romanos tenían el derecho legal de expropiar el dinero producto del trabajo personal, o del trabajo animal como también los bienes de los residentes locales*4, pero lo que Jesús  pide, es el someterse voluntariamente a solicitudes abusivas de cualquier clase, mas bien que pelear, considerando los males que de ello resultan. No resistir, sino tener un espíritu servicial, aún ante el opresor. Dicho en otras palabras:-No recorran el camino lleno de bronca y resentimiento, sino con el afán de servir, porque así se comportan los que viven en el reino. Jesús va más allá de la ley, ¡incluso la ley romana!

42Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no lo desatiendas.
La Biblia pone énfasis en dar a los necesitados

Deuteronomio 15:11
“…11Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra;  por eso yo te mando,  diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano,  al pobre y al menesteroso en tu tierra…”

Salmo 112:5, 9
5El hombre de bien tiene misericordia,  y presta;  Gobierna sus asuntos con juicio… 9Reparte,  da a los pobres; Su justicia permanece para siempre; Su poder será exaltado en gloria.”

Dios se ocuparía de las necesidades de aquellos que ayudaran de los pobres *4

Deuteronomio 15:10
10Sin falta le darás, y no serás de mezquino corazón cuando le des; porque por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que emprendas.”

Proverbios 19:17 
17A Jehová presta el que da al pobre, y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.”

Proverbios 22:9
9El ojo misericordioso será bendito, porque dio de su pan al indigente.”

Proverbios 28:8
8El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, para aquel que se compadece de los pobres las aumenta.”

Las leyes del Antiguo Testamento contra la usura y especialmente contra el préstamo a los pobres antes del año de jubileo (cada séptimo año las deudas debían perdonarse) respaldan el principio que plantea Jesús aquí, pero él va aun más lejos al poner énfasis en la actitud de dar de manera desinteresada.
Aquí se halla indicado el sentido de pedir sin razón*8. Jesús dice: “no lo desatiendas” (mê apostrefó) que significa “girar, oponer, de vuelta. Se utiliza en la voz pasiva, reflexivamente, de volverse uno mismo afuera de…” *10  Literalmente significa “no le vuelvas la espalda”*9 Esta es una expresión gráfica en contra de un rechazo cruel para auxiliar a un hermano en necesidad.*8. Este es uno de los más claros ejemplos de la necesidad de aceptar el espíritu y no la letra de los mandamientos del Señor. No es solo que dar limosna de una manera indiscriminada haga en realidad daño a la sociedad, sino que las palabras tienen que abarcar mucho más que dar limosna *3.
En resumen, los súbditos del reino no tienen resentimiento por un insulto ni buscan vengarse. Tampoco se rigen por sus derechos legales pero están dispuestos a servir y a cumplir con sus obligaciones. Tienen un espíritu dadivoso y saben que su deber es ser de ayuda. En fin, no hace énfasis en lo externo de la ley, sino en la actitud del corazón al llevarlo a cabo.

Un mensaje ofensivo

Para muchos judíos de ese tiempo, estas declaraciones eran ofensivas. Ellos esperaban un Mesías como líder militar que pusiera en su lugar a los romanos, deseaban tomar represalias que hicieran salir huyendo a sus enemigos. Un Mesías que daba la otra mejilla no podía ser el líder militar que esperaban. La respuesta de Jesús frente a la injusticia es otra: en lugar de demandar derechos, debían cederlos.
Esta declaración pone de relieve que es más importante impartir justicia que demandarla*11.
43Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.

Jesús se basa en un texto del Antiguo Testamento que se halla en Levítico 19:18 y dice:

18No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.”

Es de notar que la palabra que se utiliza para “prójimo” es la palabra griega “plesión” que se utiliza como adverbio acompañado por un artículo, literalmente significa  “el que está cerca” de ahí, un vecino, prójimo.
Este término, tiene un área de significado mayor que el término castellano “vecino”. No había granjas dispersas por las áreas agrícolas de Palestina; la gente, reunidas en poblados, se cruzaba al ir y volver de sus trabajos. Por ello, la vida doméstica estaba relacionada, en cada uno de sus aspectos, por un amplio círculo de vecindad. Los términos para vecino tenían por ello un campo muy amplio*10.
El Nuevo Testamento cita y expande el mandamiento de Lv 19.18, de amar al prójimo como a uno mismo:

Mateo 22.39
“…39Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Marcos 12.31, 33
“…31Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. …33y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.”

 Gálatas 5.14
14Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”

Santiago 2.8, 9
8Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 9pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.”

La palabra “amarás” es “agapéseis”. Agape y agapao se usan en el Nuevo Testamento:

·    Para describir la actitud de Dios hacia su Hijo:

Juan 17.26
26Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.”

·     Para describir el amor de Dios hacia la raza humana, en general:

Juan 3.16
16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Romanos 5.8
8Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

·    Para describir el amor de Dios hacia aquellos que creen en el Señor Jesucristo, en particular:

Juan 14.21
21El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”

·   Para expresar la voluntad de Dios a sus hijos con respecto a la actitud que tienen que mostrarse mutuamente y hacia todos los hombres

Juan 13.34
34Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”

1 Tesalonicenses 3:12
12Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros”

·   Para expresar la naturaleza esencial de Dios:

1 Juan 4.8
8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”

La frase “aborrecerás a tu enemigo” no se encuentra en Levítico 19:18. Era una enseñanza esenia que Jesús repudia absolutamente *12. Los maestros corrompidos la habían añadido como si uno fuera una legítima inferencia de lo otro, en vez de ser una detestable interpolación*8.
Pablo da una cita de Proverbios 25:22 para demostrar que deberíamos actuar bondadosamente

Romanos 12:20
20Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”

Los judíos llegaron a considerar como su prójimo sólo a los miembros de su misma tribu, e incluso a los judíos en todo lugar. Pero aborrecían a los samaritanos, que eran medio judíos y vivían entre Judea y Galilea*3. Consideraban a los gentiles como perros, para ellos los gentiles eran “la leña que alimentaría el fuego del infierno”, los menospreciaban y eran injustos con ellos*13.
Era totalmente razonable que una de las acusaciones que hacían los romanos a los judíos fuera odiar a la raza humana.
Pero, debemos tener en cuenta que odiar a los enemigos de Dios era una emoción piadosa:

Salmo 139:19-22
19De cierto, oh Dios, harás morir al impío; Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios. 20Porque blasfemias dicen ellos contra ti; Tus enemigos toman en vano tu nombre. 21¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, Y me enardezco contra tus enemigos? 22Los aborrezco por completo; Los tengo por enemigos.”

Pero algunos grupos judíos, como los esenios, enfatizaron el odio hacia aquellos que estaban fuera del pacto.
La oración por quienes lo perseguían a uno por lo general no había caracterizado ni siquiera a los más piadosos en el Antiguo Testamento y por eso las palabras de Jesús deben haber provocado asombro:

Jeremías 11:20
20Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa…”

Jeremías 15:15
15Tú lo sabes, oh Jehová; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me reproches en la prolongación de tu enojo; sabes que por amor de ti sufro afrenta…”

Salmo 137:7-9
7Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos. 8Hija de Babilonia la desolada, Bienaventurado el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste. 9Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña…” *4

Aquí debemos preguntarnos ¿Por qué, pues, tenían tanto odio los judíos? Había varios factores significantes que contribuyeron a la actitud de los is­raelitas hacia otras naciones:
1- Los israelitas fueron mandados a destruir sin misericordia a los cananeos y todo objeto de culto de ellos.
2- Se les prohibió formar alianzas con ellos (Ex. 34:12-16). Esto indica claramente que nunca podía haber paz entre Israel y las naciones paganas. Era necesario esto para separarlos y evitar que Israel fuera contaminada por sus abominaciones.
3- Los ejércitos de Israel fueron usa­dos como instrumentos de la ira de Dios para castigar a otras naciones (Ex. 31).
4- Aun los hombres más piadosos hablaban continuamente de estas cosas. (Como mencionamos anteriormente)
 5- Por lo tanto, la actitud nacional era una de aborrecimiento hacia los enemigos. Esta dispensación, la ley de Moisés, tenía un propósito muy especial en el plan de Dios, pero era provisional. Estaba acabándose ese período, y Jesús estaba corrigiendo el problema de abo­rrecer a sus enemigos. Al momento de oír esta enseñanza, los discípulos debían cambiar su actitud hacia todos los enemi­gos, no obstante lo que hubiera sido su relación con ellos en el pasado.
6- Una consecuencia innecesaria del separatismo de los judíos era un concepto vanidoso de ser mucho más piadosos que otros hombres, concepto que les hizo despreciar y aborrecer a otros.
           

Una frase revolucionaria

44Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os ultrajan y os persiguen…”

Las citas del Antiguo Testamento a menudo usan el futuro para expresar mandatos, como en el versículo 43; pero los propios mandatos de Jesús emplean el imperativo*14. Sin embargo, debemos interpretar bien lo que aquí está demandando de los súbditos del reino.
Esta palabra “amad” denota amor moral en contraste con la otra que expresa afecto personal. Aquella denota sentir complacencia por el carácter de la persona amada; pero aquí significa abrigar deseos benignos y compasivos para el bien de los demás *8. El amor mandado por Jesús es de la mente y de la voluntad*15. Ágape no quiere decir un sentimiento del corazón, que no podemos evitar, y que nos sucede sin quererlo o buscarlo, quiere decir una decisión de la mente mediante la cual conseguimos esta inconquistable buena voluntad aún para los que nos hacen daño u ofenden. Esta clase de amor no es el mismo que cuando nos enamoramos, un sentimiento que nace de las emociones. Es un amor que nace porque uno decide que así sea. Significa buena voluntad. Es pura bondad y benevolencia hacia otros, una bondad que no termina, no se acaba; es decir, no hay nada que los hombres puedan hacer para destruirlo*2.
La gente ya sabía y usaba la palabra, “amar”, pero su concepto del amor era muy limitado. Jesús da un significado nuevo a la palabra. Sin duda el pueblo quedó asom­brado por esta enseñanza, tan distinta de lo que los escribas y fariseos enseñaban.
Debemos notar que existe una variación en este texto que otras traducciones introducen “Amad a vuestros enemigos,  bendecid a los que os maldicen,  haced bien a los que os aborrecen,  y orad por los que os ultrajan y os persiguen…” El agregado de estas palabras en este versículo no contradice la doctrina bíblica:

1 Pedro 2:21-24
21Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.”

Romanos 12:20, 21
20Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. 21No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.”

“…45para que así seáis hijos de vuestro Padre, el  que está en los cielos, pues hace salir su sol sobre malvados y buenos, y  hace llover sobre justos e injustos.”

Literalmente este versículo reza: “para que podáis mostrar que sois hijos de Dios por el parecido que tenéis con Él”
Algunos textos judíos decían que al ser como Dios, es decir, imitadores, uno sería contado entre sus hijos*4, pero lo que debemos tener muy en cuenta es que la palabra “hijos” en algunas partes de la Biblia se usa para “aquellos que manifiestan ciertas cualidades de carácter”, y el carácter se in­dica por la palabra que acompaña la pa­labra “hijos”. Por ejemplo, Marcos 3:17, “hijos del trueno” (hombres como trueno, tempestuosos); Lucas 10:6 “hijos de paz” (hombres pacíficos, receptivos); Hechos 4:36, “hijo de consolación o de ex­rotación” (con talento para animar); etc.
“Hijos de Dios” significa, pues, personas que tienen el carácter de Dios, que son imitadores de Dios. ¿Qué hace Dios? El bendice tanto a los malos como a los buenos. Su amor no depende de lo que los demás hagan sino de lo que Él es.

Una vil comparación

“…46Porque si amáis a los que os aman, ¿qué galardón tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿Acaso no hacen lo mismo los gentiles?”

En su texto paralelo, Lucas 6:32, 33, Jesús dice “pecadores” en lugar de “publicanos” y “gentiles”. Es obvio que se refiere a los pecadores en general, pero Mateo escribe para los judíos y especifica los dos grupos más aborrecidos por los judíos. Despre­ciaban en gran manera a los publicanos porque éstos recaudaban los impuestos para los romanos. Los peores de los hom­bres (los criminales más perversos) se saludan el uno al otro.
A los judíos les disgustaba cualquier cosa que les recordara la situación de estar bajo los romanos*8 y los recaudadores de impuestos continuamente lo hacían con su sola presencia. Y más aún, los publicanos, o cobradores de impuestos y derechos aduaneros tenían la costumbre de extorsionar a sus propios hermanos, por eso eran puestos por los judíos al mismo nivel que las rameras.
Primeramente como república y después como imperio, Roma extendía su dominio sobre los estados conquistados, los cuales pasaban a ser gobernados por procuradores romanos, o por medio de dinastías indígenas, imponiendo obligaciones fiscales que debían ser administradas por oficiales designados para tal efecto. Al principio, por tanto, publicano fue un título honroso, aplicado a estos oficiales que atendían el “interés público” al administrar el cobro de impuestos y derechos aduaneros.
Los jefes de los publicanos solían nombrarse entre los caballeros de la sociedad romana, y para el nombramiento el estado vendía a subasta el derecho oficial. Este quedaba obligado a entregar al gobierno de Roma una cantidad estipulada, pero el sistema se prestaba a abusos; el publicano podía obtener más de lo acordado y embolsarse el saldo. Naturalmente, los jefes necesitaban subordinados para poder dividir su región en distritos más pequeños, y a su vez estos subordinados buscaban empleados para la tarea ingrata de sacar el dinero directamente de los súbditos. Autores como Livio y Cicerón señalan que los publicanos habían adquirido mala fama en sus días, a causa de los referidos abusos.
Eran tenidos por traidores a la patria *9. Los cobradores de impuestos estaban considerados entre los judíos más apostatas *4.
Los subordinados inferiores en la jerarquía de los recaudadores de impuestos solían ser nativos del lugar donde trabajaban y, por tanto, en Palestina la mala fama general de los publicanos fue más aguda. Los judíos que se prestaban para este trabajo tenían que alternar mucho con los gentiles y, lo que era peor, con los conquistadores; por eso se les tenía por inmundos ceremonialmente. Estaban excomulgados de las sinagogas y excluidos del trato normal con sus compatriotas; como consecuencia, se veían obligados a buscar la compañía de personas de vida depravada, los “pecadores”. Su tendencia a cobrar más de lo debido, y su exclusión de la sociedad religiosa, se destacan en pasajes como:

Mateo 9.10-13
10Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. 11Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? 12Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 13Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.”


Mateo 21.31
31¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.”

 Lucas 15.1
1Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 2y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.”

Y Jesús usa como ilustración a tales personas. Imaginemos a los judíos que estaban oyéndolo ¿qué habrá pasado por sus mentes? También usa como ejemplo a los gentiles. ¿Cuál era el concepto que los judíos tenían de los gentiles?

Un poco de historia

Originalmente “gentiles” se trataba de un término general para “naciones”, pero el uso le imprimió un sentido restringido. En el Antiguo Testamento la afinidad de todas las naciones aparece destacada en la tradición de los descendientes de Noé (Gn. 10). En el pacto de Dios con Abraham, sus descendientes se distinguen de otras naciones, pero no en un sentido estrecho y exclusivista. Israel tomó conciencia de que era una nación única y distinta de las otras por haber sido separada para Dios después del éxodo y del pacto del Sinaí. A partir de entonces dicha dedicación fue factor determinante en todas sus relaciones con las otras naciones.
Como ya tratamos, los israelitas, en su historia como nación, se vieron continuamente tentados a comprometerse con la idolatría y la inmoralidad que practicaban las demás naciones, por lo que atraían sobre sí el juicio de Dios. A su retorno del exilio, el peligro fue más insidioso a causa de la corrupción de los judíos que habían permanecido en Canaán.
Esta continua lucha contra el peligro de contaminarse con las prácticas de sus vecinos les hizo adoptar una actitud tan dura y exclusivista para con las otras naciones, que en la época de Cristo llamarle “gentil” (ethnikos, Mt. 18.17) a un judío era tan deshonroso como decirle “publicano”.
 Al parecer, los gentiles habían quedado al margen de las promesas, desempeñando, por tanto, un papel secundario en el programa redentor de Dios en la historia. Interpretando mal los propósitos de Dios, los judíos llegaron a despreciar a los gentiles, en vez de serles fuente de bendición de acuerdo al plan divino:

Génesis 12.3
3Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”

 Isaías 49.6
6dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.”
Cuando viniera el Mesías a ser Luz para ellos *17

Isaías 42.6, 7
6Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, 7para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.”

Principalmente a través de San Pablo la iglesia llegó a comprender que, lejos de ser excluidos de las promesas, los gentiles también eran beneficiarios de ellas. Fue para salvar y bendecir a estos, que Dios escogió y formó al pueblo de Israel

Efesios 3.3-9
“…3que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, 7del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. 8A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, 9y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas...”

 El Nuevo Testamento da carácter universal al evangelio. Pablo anuncia que Jesucristo ha derribado “la pared intermedia de separación” (Ef. 2.14) entre judíos y gentiles y, por tanto, ya no hay “circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos” (Col 3.11)*16.
Pero los judíos no pensaban así. A los gentiles se los consideraba, generalmente con razón, paganos, inmorales, idólatras, y a menudo antijudíos*4.
Tácito acusó que “consideran al resto de la humanidad con todo el odio que se reserva a los enemigos” (Historias 5.5)*17.
El aoristo de subjuntivo tiene el sentido de un futuro perfecto: “Si ustedes solo han saludado…” *14. El "saludar" de aquel entonces no era sim­plemente decir, “Buenos días” y tal vez es­trechar manos, sino que se abrazaban, se besaban en cada mejilla, preguntaban por la familia, etc. Era expresión de amistad y cariño. Por ejemplo, Lucas 10:4, “y a nadie saludéis por el camino”, porque su misión era urgente y el saludar a la gente requería mucho tiempo.

48Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.”

La expresión, "Sed, pues", indica una conclusión a los versículos anteriores, sin embargo una mejor traducción de “sed pues” sería “vosotros seréis”, “habréis de ser”*8.
El significado de “perfectos” (teleios) es: traer a un fin al completar o perfeccionar. Se utiliza: cumplir, llevar a la totalidad*10. La palabra perfecto tenemos que entenderla a la luz del contexto. No significa sin pecado. Si tenemos en cuenta el mensaje que está dando Jesús, ser perfecto significa amar y mostrar bondad sin parcialidad así como Dios. Jesús habla de madurez. Incluso esta palabra se emplea también en la perfección relativa al desarrollo físico y mental de los adultos en comparación con los niños.*3
. Teleios es el adjetivo que se forma del nombre telos.  Telos quiere decir: fin, propósito, meta, límite. Una persona es teleios si alcanza el propósito por la que fue creada*2. Aquí la meta es puesta delante de nosotros, parecernos más a Dios. Debemos ser perfectos en amor, como Dios es perfecto en amor. El amor de Dios es perfecto o completo, porque es universal. No es deficiente porque no es parcial. El no ama solamente a los que le aman, sino que El “hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos”. El amor nuestro debe ser completo, como lo es el amor de Dios.
Jesús enseñó que hace falta una interpretación superior de la ley ya que sus demandas sobrepasan las enseñanzas éticas contemporáneas basadas en el Antiguo Testamento. Es mucho más que la simple obediencia externa. Es la madurez de hacer el bien sin preguntar ¿se lo merece? Es la madurez de parecerse más a Dios.

Efesios 5:1, 2
1Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

Mateo 5: 20
20Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.”

Conclusión

El súbdito del Reino de Cristo va camino a la perfección cuando perdona como Dios perdona y cuando ama como Dios ama. De hecho, Él es nuestro modelo supremo.








_______________________________________________________________


Bibliografía


1- Comentario Siglo XXI- Programa e-Sword- Recursos Teológicos- Edición 2000

2- Comentario al Nuevo Testamento Vol. 1- William Barclay-Editorial Clie- Edición 1995- Págs. 190-204

3- Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento- A. T. Robertson- Editorial Clie- Edición 2003- Págs. 28, 29.

4- Comentario de Contexto Cultural de la Biblia, Nuevo Testamento- Craig S. Keener- Editorial Mundo Hispano- Edición 2003- Págs. 52, 53, 54.

5- Imágenes Verbales en el Nuevo Testamento Vol. 1- A. T Robertson- Editorial Clie- Edición 1988- Págs. 60, 61.

6- Biblia Reina Valera 1995- Edición de Estudio- Programa E-Sword.

7- Usos y Costumbres de las Tierras Bíblicas- Ralph Coger- Editorial Portavoz- Edición 1986.

8- Comentario Exegético Explicativo- Jamieson Fausset Brown- Editorial Casa Bautista de Publicaciones-       Edición 1960.

9- Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español- Francisco Lacueva- Editorial Clie- Edición 1984.
    Pág. 18

10- Vine Diccionario Expositivo- W Vine- Editorial Caribe- Edición 1999.

11- Biblia de Estudio del Diario Vivir- Editorial Caribe- Edición 1997.

12- Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado- Vila-Escuain- Editorial Clie- Edición 1985- Pág. 986

13- Diccionario Freddy- Programa e-Sword- Recursos Teológicos.

14- Ayuda Gramatical- Roberto Hanna- Editorial Mundo Hispano- Edición 1993- Pág. 15.

15- Comentario Bíblico Partain- Programa e-Sword- Recursos Teológicos- Edición 2000.

16- Diccionario Nelson-test- Programa e-Sword- Recursos Teológicos- Edición 2000.

17- Nuevo Diccionario Certeza- Editorial Certeza Unida- Edición 2003- Pág. 541

18- Se hizo Hombre- Pablo Hoff- Editorial Vida- Edición 1989- Pág. 71








No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...